(Español) Hiperrealidad, hiperterritorios, precariedad y el arte del error en la posmodernidad.
(Español)
I
En México, productores e investigadores visuales transitamos y habitamos la insuficiencia y precariedad como un espacio político, como un tránsito que asemeja el viento porque es una experiencia local y global al mismo tiempo. En consecuencia, las instituciones culturales hegemónicas, o matrices poderosas y coloniales, nos catalogan como sujetos ‘insuficientes’ al no alcanzar el estándar de artista occidental, dado que esta <<matriz dominante>> es productora de una mirada colonial que crea y distribuye lecturas, relaciones e instituciones que organizan espacios y discursos excluyentes, es decir, estructuran lo que debe ser recordado y olvidado (memoria occidental).
Al margen, en ese espacio que parece olvidarse, nosotrxs creamos desde el espacio del error, de lo que nos ha sido negado, preguntándonos ¿quién tiene realmente la oportunidad de construir la memoria dentro de esta contemporaneidad visual?, ¿cómo podemos irrumpir esos discursos hegemónicos?, ¿cuáles son nuestros recursos estéticos para hacerlo, aún cuando parece que hemos sido despojados de ellos?
El metalgoritmo como investigadxr y productxr visual, desde la trinchera del error, se interesa en indagar en relecturas de la cotidianidad local y transmutar o proponer nuevas realidades y relaciones con la mirada hacia la construcción de una historia que incluya todo el dolor pero también el gozo de los lugares precarizados para cuestionar de cuántas formas podemos ver, qué olvidamos cuando vemos un discurso sobre otro, qué es el error.
II
La posmodernidad, caracterizada por la fragmentación de la realidad y la proliferación de simulacros, ha dado lugar a nuevos conceptos que reconfiguran nuestra comprensión del espacio, el tiempo y la identidad. Entre ellos, la hiperrealidad y los hiperterritorios han cobrado especial relevancia, y ambos se encuentran estrechamente vinculados a la precariedad social y a las prácticas artísticas contemporáneas, como se explora en la siguiente investigación.
La hiperrealidad, tal como la concibió Jean Baudrillard, es una realidad simulada que ha llegado a sustituir a lo real. En esta nueva realidad, los signos y los simulacros se multiplican, generando una hiperrealidad que desdibuja los límites entre lo verdadero y lo falso. Los hiperterritorios, por su parte, son espacios virtuales o físicos que se construyen a partir de redes de relaciones y significados compartidos; pueden ser tanto físicos como digitales, y se caracterizan por su fluidez y su capacidad para transformarse constantemente.
La precariedad social, entendida como la condición de aquellos individuos que viven en una situación de vulnerabilidad económica y social, es una característica distintiva de la posmodernidad y su bravío capitalismo, la cual se manifiesta en la inestabilidad laboral, la falta de acceso a servicios básicos y la incertidumbre sobre el futuro.
En este contexto, el error con su estética de la falla y su exploración de los errores y las perturbaciones digitales se convierte en una expresión artística profundamente arraigada en la posmodernidad. Al revelar las fisuras y las limitaciones de los sistemas tecnológicos, refleja la fragmentación y la precariedad de la sociedad contemporánea.
El error explora la naturaleza simulada de la realidad digital, revelando las costuras de la hiperrealidad y cuestionando la autenticidad de las imágenes digitales. Al introducir errores y distorsiones en las imágenes, el arte glitch subvierte los códigos de representación y nos invita a reflexionar sobre la construcción social de la realidad.
Los hiperterritorios digitales, así como las redes sociales y los videojuegos, son espacios donde el glitch se manifiesta de forma natural. Los errores y las fallas en estos espacios virtuales crean nuevos paisajes y experiencias, generando una sensación de inestabilidad y fragmentación que refleja la naturaleza de los hiperterritorios contemporáneos.
La estética glitch, con su carácter fragmentario y caótico, refleja la experiencia de la precariedad. La sensación de inestabilidad e incertidumbre que caracteriza la vida de muchas personas en la sociedad contemporánea se encuentra plasmada en las imágenes glitch. Además, muchos artistas trabajamos en condiciones de precariedad, lo que influye en nuestra producción artística y en los temas que abordamos.
El error como expresión de la posmodernidad
El error se ha convertido en una expresión relevante en la posmodernidad, ya que por medio de él se cuestionan las normas estéticas, puesto que desafía los cánones de belleza y perfección tradicionales, celebrando la imperfección y la aleatoriedad. Al revelar las limitaciones de la tecnología, el error nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con las máquinas y sobre el impacto de la tecnología en nuestras vidas.
El error puede ser visto como una forma de resistencia a la cultura dominante, al cuestionar los valores y las normas establecidas.
En conclusión, el error, al explorar la hiperrealidad, los hiperterritorios y la precariedad, se convierte en una expresión artística profundamente arraigada en la posmodernidad. Al revelar las fisuras y las limitaciones de los sistemas tecnológicos, el arte glitch nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad, la identidad y la sociedad contemporánea.
En el presente dispositivo visual se exploran las posibilidades de especulación a través del retrato error, los hiperterritorios y la hiperrealidad.
III
Siempre he necesitado de la imagen para poder aterrizar, mirar y comprender el mundo o, en su caso, rupturarlo.
He visto la contaminación de la mirada colonial, con la que a diario se infecta el mundo, lanzándonos a estados precarios y vulnerables en vivienda, pensamiento e identidad.
En la presente especulación, con forma de investigación visual, propongo provocar e invitar a la desprogramación desde el juego con el espacio, la identidad, el error, lo cotidiano y lo real, generando una falla al navegar la decolonialidad de la mirada desde el error, y hacer notar el bombardeo y la guerra de hiperrealidades que vivimos, que moldea nuestra mirada y actos.
A través de ello surgen algunas preguntas ¿Quién construye nuestra identidad en la era digital? ¿Quién decide publicar lo que debe ser leído y visto? ¿Quién construye la memoria?
Sólo puedo pensar en los hiper simulacros y los hiper terremotos que la posmodernidad genera. Como investigadora visual me hundo en ellos al explorar la ruina de estos y rescatar algunas cualidades abandonadas dentro de los restos que deja la hiperrealidad en la ruina de lo cotidiano.
Viviendo a través de pantallas, construimos nuestra realidad y la validamos. Es aquí en donde me interesa el juego con las imágenes digitales, selfies, con las que hago una traducción 3D.
Por medio de “meta retratos error” arrojo algunos paisajes de la ruina que aluden a la hiperrealidad, en donde especulo sobre la precariedad reflejada en nuestro cotidiano, y también la belleza de los errores y la falla en esos espacios de quiebre en donde se pueden analizar las fibras de un sistema de control obsoleto que desea y formula la mirada colonial.
Como un grito que rompe el pavimento al despertar de un sueño, los errores llegan a desbordar los límites de lo “normal real” y nos invitan a vomitar la realidad y apreciar cada fragmento de lo devorado con tanta voracidad. Es como una invitación a desmantelar la mirada colonial impuesta, desde un espacio de resistencia, generando propuestas a forma de fallo que surgen como escapes que codifican nuevos lenguajes.
En esta serie de meta retratos error no importa realmente quién está detrás, así se intenta mostrar a través de ellos cómo todo se desdibuja y se encima sobre un sinfín de hiperrealidades más.
Es hora de cortocircuitar la mirada colonial y generar nuevas relaciones con la mirada, asumiendo el fallo masivo del sistema.