(Español) Geopolítica Sexxxy: Posicionamientos del Trabajo Sexual ante el estigma punitivo

(Español) El siguiente texto es un abstracto de uno de los encuentros del programa “Torcer la lengua punitivista”, en donde se analizó y problematizó colectivamente el antipunitivismo a partir de contextos, experiencias y voces activas desde la complejidad geopolítica de la justicia desde el sur global. La tercera sesión “Geopolítica Sexxxy, |Posicionamientos del trabajo sexual ante el estigma punitivo”, detonó las ideas de diversas participantes, las cuales están recopiladas a continuación.

Esta sesión comenzó con una interesante provocación y pregunta a partir de una de lxs participantes: “Voy a empezar con una frase que alguien muy importante dijo alguna vez: “en el capitalismo cada uno se prostituye como puede y yo decidí hacerlo de otra manera. Todos nos prostituimos y ustedes, ¿a cuánto cobran la hora?” ¿A qué voy con esto? En Colombia, el abolicionismo ha ganado mucha fuerza y estamos esperando un proyecto de ley para regular el trabajo sexual”. Quien comentó que en las últimas elecciones territoriales de alcaldes y a nivel departamental (2023), en Bogotá, en Medellín y en las principales ciudades, ganó la ultraderecha con un discurso súper católico, lleno de prejuicios y abolicionista. Por lo cual se están reuniendo para ver cómo acercarse a ellos y hacerles ver la importancia de la regulación del trabajo sexual. “Las abolicionistas nunca van a un debate, siempre nos están huyendo, así que necesitamos debatir para que el proyecto de ley sea aprobado y se exijan garantías para las trabajadoras sexuales”, dijo.

En estos momentos, en Colombia están asustadas las personas de la población LGBT. “Soy una mujer transexual y también ejerzo, y nos da miedo el abolicionismo porque nos llevaría nuevamente a tiempos donde los policías nos perseguían en las calles y nos maltrataban. Si no se aprueba el proyecto de ley, con esta ultraderecha que está ganando fuerza, me da mucho miedo volver al pasado. Necesitamos herramientas para confrontar todo esto y mostrar la importancia de la regulación del trabajo sexual”, agregó. Karen Arboleda, Trabajadora Sexual y Mujer Trans

Después de la apertura de esta mesa, la pregunta fue dejada sobre la mesa:

¿Cómo hacer alianzas de forma respetuosa entre sociedad civil, academia, gobierno… sin caer en el extractivismo respecto al trabajo sexual? 

La respuesta de Muñeca Aguilar ahondó sobre cómo se está abriendo la conversación, “Me gustaría comentar que las alianzas son verdaderamente importantes. Creo que Natalia, quien está aquí, podrá hablar de cómo pedirnos entre nosotras las compañeras y exigir una disciplina con la que no hemos crecido. Eso es algo muy importante de comentar. Muchas veces, las trabajadoras sexuales, muchas de nosotras -y digo nosotras porque yo estaba cayendo en este punto-, al hacer alianzas con la academia y la política partidista, nos blanqueamos. Esa blanquitud nos llega de alguna forma porque creo que ninguna de nosotras se está negando a recibir los privilegios o los derechos que todas las demás personas tienen. Esto es algo que me preocupa y deprime porque no sé cuál es la decisión correcta a tomar. Quiero seguir en la lucha, pero ¿cómo sigo en la lucha por el reconocimiento del trabajo sexual?” Muñeca Aguilar

En respuesta, Natalia Lane expresó su satisfacción por ver a varias compañeras con las que ha compartido espacios y experiencias relacionadas con el trabajo sexual. Reflexionó sobre la justicia desde un sistema penal acusatorio en México, criticando el enfoque punitivo que prioriza el castigo y las penas más duras, dejando de lado la prevención y la reparación. Comentó que las travestis en las calles enfrentan desprecio y subestimación en su lucha, y mencionó la violencia que sufren las personas trans en México, incluida ella misma, que sobrevivió a un intento de feminicidio.

Señaló que las políticas punitivas no resuelven los problemas de fondo ya que las travestis y transexuales han encontrado formas alternativas de justicia a través de la colectividad. Destacó que el feminismo a menudo les ha dado la espalda y recordó una cita de Camila Sosa sobre la percepción antifeminista de las trabajadoras sexuales. Mencionó la putofobia presente incluso dentro de la comunidad trans/travesti, lo que dificulta la lucha por la profesionalización y los derechos laborales.

Describió cómo la criminalización implícita del trabajo sexual, como la extorsión de clientes por la policía, sigue siendo un problema. Comentó sobre su propia experiencia de desgaste y cansancio por la lucha constante por la justicia social y las dificultades para acceder a servicios básicos y derechos laborales. Finalmente, planteó preguntas sobre cómo otras personas manejan el desgaste y el cansancio derivados de estas luchas, destacando la importancia de trazar proyectos de vida en medio de una realidad marcada por la violencia y la precariedad.

Las ponentes coinciden en la necesidad de seguir presionando al Estado para que comprenda y responda a las demandas específicas de las trabajadoras sexuales, mientras que también destacan la importancia de mantener los movimientos sociales independientes y críticos para abordar las complejidades y realidades no contempladas por las políticas públicas actuales.

Con estas ideas cerramos este encuentro en espera de que provoquen algún tipo de reflexiones sobre el punitivismo y el trabajo sexual, puesto que en este tema se asienta una parte importante de los discursos antipunitivos a favor del placer y la libertad.

 

Autoría Colectiva